Vieja tradición, nueva tendencia
Antes del movimiento "crudivegano", antes de los costosos frascos de zanahorias, pepinillos, tomates verdes y remolacha, mi abuela me enseñó el que quizás sea el mejor secreto de belleza : cómo encurtir mis propios alimentos. En Europa del Este, los alimentos fermentados son como los sándwiches de mantequilla de cacahuete y mermelada en Estados Unidos. Son un alimento básico. Desde pequeña aprendí a hacer mi propio vinagre, kéfir, requesón, verduras encurtidas y a incorporarlos a mis comidas diarias.
Recibo innumerables correos electrónicos sobre cómo curar el acné, la rosácea, el eczema y otros problemas inflamatorios de la piel. Siempre les pregunto a mis clientes: "¿Incluyes un probiótico en tu rutina diaria?".
La mayoría de los problemas de la piel están relacionados con nuestro intestino.
¿POR QUÉ LOS ALIMENTOS FERMENTADOS SON BUENOS PARA TI?
Cuando ciertos alimentos se dejan fermentar, son predigeridos por las bacterias beneficiosas y las levaduras presentes de forma natural en su superficie. Estos microbios se alimentan de los alimentos antes que tú, descomponiendo los azúcares y almidones, y facilitando la absorción de los nutrientes.
Algunos también liberan ácido láctico , un conservante natural, que acidifica el ambiente intestinal y estimula el crecimiento de bacterias beneficiosas. El alimento fermentado se convierte en un suplemento probiótico natural.
El papel de las bacterias en la salud ha atraído mucha atención en los últimos años y los expertos acogen con satisfacción el nuevo interés en los alimentos “vivos”, como también se conoce a los alimentos fermentados.
AQUÍ TIENES UNA RECETA SENCILLA QUE PUEDES USAR PARA LACTOFERMENTAR CUALQUIER VEGETAL
3 cucharadas de sal marina, sal para encurtir o sal kosher
1 cuarto de agua
1 taza de floretes pequeños de coliflor
1 taza de trozos o rodajas de zanahoria
1 taza de pimiento rojo en trozos o rodajas
1 diente de ajo machacado y pelado
1 hoja de laurel
1/4 cucharadita de granos de pimienta negra